El esperma o semen es el fluido espeso y de color blanquecino en el que se encuentran en suspensión los espermatozoides; se produce por las secreciones de distintas glándulas del aparato reproductor masculino, principalmente la próstata y los testículos, y se expulsa en el momento de la eyaculación. Es expulsado a través de la uretra. Está compuesto por espermatozoides y plasma seminal que se forma por el aporte de los testículos, el epidídimo, las vesículas seminales, la próstata, lasglándulas de Cowper, las glándulas de Littre y los vasos deferentes.
ESPERMATOZOIDES
Los espermatozoides son la célula reproductora sexual masculina o gameto masculino encargada de fecundar al óvulo, aportando la información genética complementaria a la de la célula femenina. Su tamaño es unas 10.000 veces más pequeño que el óvulo. Son microscópicas y una de las más pequeñas del cuerpo.
La morfología de los espermatozoides es una característica que se estudia en el seminograma para ver si en el semen hay espermatozoides anormales, en qué cantidad se encuentran y qué alteraciones tienen estas células.
Para poder estudiar la morfología de los gametos masculinos, es necesario la fijación de una pequeña muestra del total del eyaculado en un portaobjetos, lo cual implica la muerte de los espermatozoides. Esto impide que esta muestra sea empleada tras su evaluación, pero servirá como representación del resto de la muestra seminal total. La tinción de las distintas estructuras permiten una mejor observación al microscopio al incrementar la definición de las membranas. Para valorar la forma de un espermatozoide, se observan sus tres estructuras principales: cabeza, pieza intermedia y cola.
ESPERMATOZOIDE NORMAL:
La cabeza del espermatozoide debe ser ovalada y lisa, de 5 a 6 micrómetros de largo y de 2,5 a 3,5 micrómetros de ancho. El acrosoma debe abarcar un 40-70% del volumen de la cabeza, y si hay vacuolas deben ser escasas y ocupar menos de la mitad del volumen de la cabeza ya que si son numerosas o grandes puede significar que el ADN está dañado.
La pieza intermedia o cuello, como su nombre indica, está situada entre la cabeza y el flagelo, y es una zona un poco más ensanchada que la base de la cola. Su función es primordial porque alberga las mitocondrias, consideradas el motor del movimiento del espermatozoide, pues son las responsables de generar energía.
El flagelo o cola está conformado por las mismas moléculas estructurales responsables del correcto reparto de cromosomas en la mitosis y meiosis, con lo que un flagelo irregular reflejará problemas en el reparto de cromosomas, y ante todo, su movimiento no podrá competir con el bateo> de un espermatozoide normal.
ESPERMATOZOIDES ANORMALES, CAUSAS Y ALTERACIONES:
Las alteraciones en la morfología pueden tener un origen genético, de ahí la importancia de presentar una correcta morfología. Un espermatozoide cuya información genética, la mitad del futuro embrión, no esté bien codificada y organizada no dará lugar a un embrión viable. Además, los espermatozoides con forma normal (en azul en la imagen inferior) nadan más rápido y de forma adecuada. En cambio, la mayoría de espermatozoides anormales son inmóviles o tienen una movilidad lenta.
Alteraciones de cabeza: espermatozoides sin cabeza (cabeza de alfiler), cabeza pequeña, amorfa, redonda, alargada, grande (globozoospermia), con forma de pera (piriforme), con acrosoma grande, con acrosoma pequeño, sin acrosoma, con muchas vacuolas, con vacuolas grandes o con dos cabezas.
Alteraciones de cola: espermatozoides sin cola, cola enrollada, corta, larga, doblada o doble cola.
Alteraciones de pieza intermedia: espermatozoides sin pieza intermedia, con una curvatura, asimétrica, engrosada, delgada, irregular o con una protuberancia de un tamaño superior a la tercera parte del área de la cabeza.
¿Hay tratamiento o tiene solución?
Un hombre cuyos espermatozoides muestran una morfología deteriorada, es decir, padece de teratozoospermia, puede tener mayores dificultades de conseguir el embarazo de forma natural, e incluso resultar imposible en algunos casos.
Aunque la teratozoospermia no es uno de los problemas seminales más graves, normalmente será necesario recurrir a la reproducción asistida para poder tener hijos propios, especialmente en los casos más graves.
En función del grado de afección y de otros factores que afectan a la fertilidad, tanto en el hombre como en la mujer, el especialista determinará cuál es el tratamiento reproductivo más adecuado, ya sea una inseminación artificial o una fecundación in vitro.
En los casos más leves, la morfología de los espermatozoides se puede mejorar con una dieta adecuada, reduciendo el consumo de cafeína y evitando el tabaco y las drogas.
También existen suplementos alimenticios específicos que evitan el daño al ADN que producen los radicales libres y contienen vitaminas y minerales necesarios para una correcta producción y maduración espermática.
Estos suplementos deben tomarse durante al menos 3 meses, que es el tiempo que tardan los espermatozoides en producirse desde cero y madurar.
El líquido cefalorraquídeo o cerebroespinal es una sustancia presente en el sistema nervioso, tanto a nivel de encéfalo como de médula espinal, que realiza diversas funciones como la protección, el mantenimiento de la presión intracraneal y estado de salud del órgano pensante.
Funciones principales
Proteger el sistema nervioso central
Este líquido, junto con las meninges, posee una función amortiguadora dentro del cráneo. Es decir, reduce los impactos exteriores. Así, frente a cualquier golpe o contusión, hace menos probable que una parte tan delicada como nuestro cerebro sufra daños.
Mantener una homeostasis interna
Permite la circulación de sustancias neuromodulares. Estas sustancias son muy importantes para la regulación de funciones vitales, y consiste en hormonas del hipotálamo e hipófisis y quimiorreceptores.
Protección inmunológica
Por otro lado, también protege al sistema nervioso central de agentes externos que podrían causar enfermedades. De esta forma, desempeña una protección inmunológica que también es necesaria en esta parte de nuestro organismo.
Excreción de desechos
La circulación unidireccional del líquido cefalorraquídeo hacia la sangre permite alejar al cerebro de sustancias potencialmente dañinas. Por ejemplo, drogas y metabolitos peligrosos.
Nutrición
Como el tejido ependimario y las capas cerebrales piamadre y aracnoides son a vasculares (no circula la sangre por ellas), no reciben los nutrientes de la sangre. Sin embargo, como el líquido cefalorraquídeo se comunica con el sistema vascular, éste puede captar los nutrientes que allí se encuentran y transportarlos a dichos tejidos.
Mantener una presión adecuada
El líquido cefalorraquídeo fluye compensando los cambios de volumen de sangre intracraneal que pueden darse ocasionalmente. De esta manera, mantiene una presión intracraneal constante.
Flotabilidad
El peso del cerebro humano se encuentra entre unos 1200 y 1400 gramos. Sin embargo, su peso neto suspendido en el líquido cefalorraquídeo equivale a 25 gramos
Por tanto, en el cerebro existe una flotabilidad neutra que le permite mantener su densidad sin verse afectado por su propio peso. Si no estuviera rodeado de líquido, la sangre no podría fluir correctamente por el cerebro. Como consecuencia, las neuronas situadas en la parte inferior de éste morirían.
Formación del LCR
El LCR es producido en un 70 % en los plexos coroideos de los cuatro ventrículos cerebrales, sobre todo los laterales y 30 % en el epéndimo a razón de 0.35 ml/minuto o 500 ml/día. Un adulto tiene 150 ml de éste y se renueva cada 3 o 4 horas.
La eliminación del líquido cefalorraquídeo se lleva a cabo a través de las granulaciones aracnoideas, proyección de las células de la aracnoides sobre los senos vasculares que alberga la duramadre. Estos senos desembocarán directamente en el torrente sanguíneo. En la región más anterior del cerebro está el espacio subaracnoideo de los lóbulos olfatorios, que se continúa con un espacio alrededor de los nervios olfatorios (por lo tanto, queda muy cerca de la mucosa olfatoria y del espacio aéreo de la nariz). Desde esta región pasa a los ganglios linfáticos.
El líquido cefalorraquídeo está compuesto principalmente por: agua, sodio, potasio, calcio, cloro, sales inorgánicas (fosfatos) y componentes orgánicos (producidos por las células gliales)
Circulación
La circulación del líquido cefalorraquídeo comienza en los ventrículos laterales, continúa hacia el tercer ventrículo por los agujeros de Monro (agujeros interventriculares) y luego transcurre por el acueducto cerebral (acueducto de Silvio o mes encefálico) hasta el cuarto ventrículo. Desde allí fluye, a través de un conjunto de orificios, uno central (agujero de Magendie) y dos laterales (agujeros de Luchka), que ingresan en la cisterna magna, un gran depósito de líquido ubicado por detrás del bulbo raquídeo y por debajo del cerebelo y hacia abajo al conducto ependimario de la médula espinal a través del obex.
Todas las superficies ependimarias de los ventrículos y las membranas aracnoideas secretan cantidades adicionales de líquido y una pequeña cantidad proviene del propio encéfalo, a través de los espacios perivasculares que rodean los vasos sanguíneos que ingresan en el encéfalo.
La cisterna magna se continúa con el espacio subaracnoideo que rodea todo el encéfalo y la médula espinal. Luego, casi todo el líquido cefalorraquídeo fluye a través de este espacio hacia el cerebro. Desde los espacios subaracnoideos cerebrales, el líquido fluye en las múltiples vellosidades o granulaciones aracnoideas (o de Pacchioni) que se proyectan en el gran seno venoso sagital y otros senos venosos. Por último, se vacía en la sangre venosa a través de las superficies de las vellosidades.
Extracción
Se puede obtener, por punción lumbar, por punción cisternal, o por punción ventricular (ventriculostomia). La obtención de este líquido es importante debido a que es un importante elemento de diagnóstico de enfermedades neurológicas, como pueden ser los síndromes meníngeos, las hemorragias subaracnoideas, los tumores cerebro-espinales, etc. Para la punción lumbar se utiliza una aguja de aproximadamente 10 cm con mandril. El paciente puede estar sentado o acostado. Recordando que la médula espinal termina en los niveles L1-L2, (para no poner en riesgo un daño en la misma, optando por ello el acceso al líquido del fílum terminal, que reviste el canal ependimario, con líquido cefalorraquídeo), la punción se realiza entre la cuarta y la quinta vértebras lumbares, y tan solo se espera a que comience a gotear este líquido. Además, mientras el paciente se encuentra punzado, es posible medir la presión de este líquido con la utilización de un manómetro. Para la punción cisternal, lo único que debe cambiarse es la posición del paciente, el cual sí debe estar sentado, y además con hiperflexión cervical, ya que la aguja se introduce en el espacio occipito-atloideo. Varía de acuerdo donde se coloque el sistema de medición (anatomía); a la posición del paciente al momento del registro y a la edad. La presión normal depende de la posición del paciente durante su toma así como la edad. Tomando como base descriptiva a la punción lumbar damos como ejemplo: Posición sentada:
Recién nacido = 1,5-8 cm de agua.
Menor de 6 años = 8-18 cm de agua.
Adulto = 18-25 cm de agua.
Cisterna Magna = 0-12 cm de agua incluso negativa.
Ventrículos = - 5 a 8 cm de agua.
Decúbito lateral (tendido a un costado):
Adulto = 6-18 cm de agua.
Alteraciones del líquido cefalorraquídeo
Diversas anormalidades del líquido cefalorraquídeo pueden reflejar enfermedades diferentes. Analizándolo es posible diagnosticar condiciones como hemorragias, infecciones, ciertos síndromes, etc.
Líquido cefalorraquídeo turbio
Cuando el líquido cefalorraquídeo tiene un aspecto turbio significa un aumento en la cantidad de sus células. Es decir, puede indicar acumulación de glóbulos blancos o de proteínas.
Cuando hay más glóbulos blancos de la cuenta, es posible que el organismo esté tratando de defenderse de una infección como la meningitis, o bien, señal de la existencia de alguna enfermedad desmielinizante.
Si existe mayor cantidad de proteínas de la cuenta, puede ser una señal de diabetes, tumores, lesiones, infecciones, o inflamación.
Color del líquido cefalorraquídeo
Si el color del líquido es rojizo, es posible que exista algún tipo de hemorragia u obstrucción en la médula espinal. Sin embargo, esta sangre puede provenir del propio pinchazo que se lleva a cabo en la prueba de punción lumbar.
En cambio, cuando hay un aumento de proteínas o un sangrado de hace más de tres días el fluido tiene un aspecto amarillo, naranja o tono café.
Alteraciones en la presión del líquido cefalorraquídeo
Un aumento o disminución en la presión de este fluido es la causa de ciertas condiciones médicas.
Cuando la presión del líquido cefalorraquídeo es muy elevada, se denomina hipertensión intracraneal ya que produce un aumento en la presión craneal. De esta forma, los ventrículos se dilatan y el tejido cerebral se encuentra oprimido, lo que puede dar lugar a mala circulación sanguínea y lesiones.
A
veces se produce espontáneamente, mientras que en otras ocasiones es propiciada
por otras condiciones como: tumores cerebrales, derrames, coágulos de sangre en
el cerebro, lupus, apnea del sueño, ciertos medicamentos como el litio, etc.
Los principales síntomas que ocasiona son fuertes dolores de cabeza, zumbidos en los oídos, alteraciones en la visión, dificultades para hacer las tareas cotidianas y problemas neurológicos.
En cambio, una presión baja del líquido cefalorraquídeo puede producir cefaleas. De hecho, no es extraño que ocurra después de una extracción lumbar. Por eso para prevenirlo, se le pide al paciente que repose durante las 24 horas después de la prueba.
Otra causa es la aparición de una fístula del líquido cefalorraquídeo, que permita su escape. Normalmente aparece de manera espontánea, traumática o quirúrgica; aunque también se asocia con infecciones y tumores.
Niveles alterados de glucosa en el líquido cefalorraquídeo
Sencillamente, si aparecen niveles altos o bajos de glucosa (azúcar) en el líquido, es el reflejo de que existe más o menos glucosa de la cuenta en la sangre.
Un nivel bajo de glucosa en este fluido también puede indicar infecciones como meningitis, o tuberculosis.
Niveles elevados de gammaglobulina
Cuando aumentan estos niveles en el líquido cefalorraquídeo, puede ser una señal de la presencia de enfermedades como: esclerosis múltiple, síndrome de Guillain-Barré o neurosífilis (consecuencias de la sífilis sin tratamiento durante más de 10 años).
Importancia del líquido cefalorraquídeo en el desarrollo del cerebro.
El líquido cefalorraquídeo (LCR) se puede utilizar para diagnosticar ciertos trastornos neurológicos. Estos pueden incluir infecciones(como meningitis) y daño cerebral o daño a la medula espinal. También se puede hacer una punción lumbar para establecer el diagnostico de hidrocefalia normatensiva.
Razones por las que se realiza el examen
El análisis del LCR puede ayudar a detectar ciertas afecciones y enfermedades. Todo lo que aparece a continuación se puede medir, aunque no siempre se hace, en una muestra de líquido cefalorraquídeo:
Anticuerpos y ADN de virus comunes
Bacterias (incluso la que causa la sífilis, ver examen de VDRL)
Conteo de células
Cloruro
Antígeno criptocócico
Glucosa
Glutamina
Deshidrogenasa láctica
Bandas oligoclonales para buscar proteínas específicas
Proteína total
Si hay o no células cancerosas presentes
Resultados normales
Los resultados normales incluyen:
Anticuerpos y ADN de virus comunes: ninguno
Bacterias: ninguna proliferación de bacterias en un cultivo de laboratorio
Células cancerosas: ninguna presente
Conteo de células: menos de 5 glóbulos blancos (todos mononucleares) y 0 glóbulos rojos
Cloruro: 110 a 125 mEq/L (110 a 125 mmol/L)
Hongos: ninguno
Glucosa: 50 a 80 mg/dL o 2.77 a 4.44 mmol/L (o mayor a dos tercios del nivel de azúcar en la sangre)
Glutamina: 6 a 15 mg/dL (410.5 a 1,026 micromol/L)
Deshidrogenasa láctica: menos de 2.0 a 7.2 U/mL (0.3 a 0.12 microkat/L)
Bandas oligoclonales: 1 o 0 bandas que no están presentes en una muestra de suero compatible
Proteína: 15 a 60 mg/dL (0.15 a 0.6 g/L)
Los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes laboratorios. Hable con el médico acerca del significado de los resultados específicos de su examen.
Los ejemplos anteriores muestran las mediciones comunes para los resultados de estas pruebas. Algunos laboratorios usan diferentes medidas o pueden evaluar diferentes especímenes.
Nota: mg/dL = miligramos por decilitro y mmol/L = milimoles por litro.
Significado de los resultados anormales
Un resultado anormal de un análisis de LCR puede deberse a muchas causas diferentes, incluso:
Cáncer
Encefalitis (como la encefalitis del Nilo Occidental y la encefalitis equina del este)
Encefalopatía hepática
Infección
Inflamación
Síndrome de Reye
Meningitis debido a bacterias, hongo, tuberculosis o un virus
Esclerosis múltiple (EM)
Mal de Alzheimer
Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
jueves, 9 de marzo de 2017
Realización del análisis
El análisismicroscópico se realiza con el sedimento urinario.
Para obtenerlo se centrifuga una alícuota de de 10 a 12 ml de orina a 2000 r.p.m. durante 5 minutos.
Se decanta el sobrenadante dejando un ml o medio en el tubo de ensayo para resuspender el sedimiento.
una gota de la suspencion se examina en un portaobjetos debajo de un microscopio.
Sedimento urinario
En primer lugar, se pueden encontrar células de la vía urinaria descendente y de los riñones, así también como sangre, sales urinarias precipitadas con forma cristalina o cilindros formados en los canaliculos renales que aparecen como bandas anchas y estrechas en el campo visual.
ERITROCITOS
Los hematíes se eliminan en forma muy reducida en la orina, incluso en personas normales, con aumento 400x, se puede observar aproximadamente 0 a 2 hematíes por campo. Éstos se identifican al examen microscópico como discos redondos de color débilmente amarillo rojizo, con doble contorno.
LEUCOCITOS
Cuando se habla de leucocitos casi siempre se habla de granulocitos, y estos indican la presencia de procesos inflamatorios del riñón y la vía urinaria. Al examinar un sedimento urinario de una persona sana, pueden detectarse hasta 5 leucocitos por campo de 400x, sin que esto tenga significado patológico. Son células de tamaño mayor a los hematíes y menor a las células epiteliales, con presencia de núcleo sementado y granulaciones.En la mujer debe tenerse en cuenta que los leucocitos hallados pueden ser de origen vaginal, sobre todo si se acompañan de una gran cantidad de células de epitelio plano, por lo que el estudio de la orina de chorro medio puede ser de gran valor para aclarar esta cuestión.
CÉLULAS EPITELIALES
Los elementos epiteliales son frecuentes en el sedimento urinario y su valor diagnóstico muy reducido.
Existen diversos tipos:
Epitelio plano:Procede de los genitales externos o de la porción inferior de la uretra. Se trata de grandes células de aspecto irregular con un núcleo pequeño y redondo, pudiendo observarse en forma frecuente un repliegue parcial en el borde celular .
Epitelio de transición: Tiene su origen desde la pelvis renal, uréter y vejiga, hasta la uretra. Su presencia acompañada de leucocituria puede indicar una inflamación de la vía urinaria descendente. En caso de apreciar anomalías nucleares deberá descartarse un proceso maligno. Estas células son más pequeñas que las del epitelio plano, son redondeadas con "cola" y su núcleo es más grande y redondo .
Epitelio tubular o renal: Son células algo mayores que los leucocitos y presentan granulaciones. Su núcleo, de difícil visualización es grande y redondo.Las células de epitelio tubular que contienen gotas de grasa muy refringentes en el protoplasma, se conocen como células granulosas o cuerpos ovales grasos y su presencia sugiere la existencia de un Sme. Nefrótico.
CRISTALES
Los cristales pueden adoptar múltiples formas que dependen del compuesto químico y del ph del medio.
En comparación con otros elementos de la orina, los cristales sólo poseen significación diagnóstica en muy pocos casos.
Uratos:Se encuentran en forma amorfa en orinas ácidas o conformando un cilindro, lo que puede llevar a confusión. Cuando se eliminan en grandes cantidades, se reconocen macroscópicamente como un precipitado rojo-pardo (polvo de ladrillo).
Urato de amónio:Aparece en orinas ligeramente alcalinas como pequeñas esferas de color amarillo pardo. No tiene ningún significado diagnóstico especial.
Ácido úrico: En la orina ácida pueden adoptar múltiples formas (cuadros romboidales, rosetas, pesas, barriles, bastones). Son frecuentes en orinas concentradas, como ocurre en la fiebre, en la gota y en la lisis tumoral.
Oxalato de calcio:Es incoloro y muy birrefringente. Es característica su forma en sobre de carta. Se producen con gran frecuencia luego de la ingesta de alimento ricos en oxalato.
Sulfato de calcio: Se observan como agujas largas y finas. Son raros y sólo se detectan en orinas muy ácidas.
Fosfato amónico-magnésico: Se aprecian como formas incoloras en "tapa de ataúd" en la orina alcalina. Aparecen como consecuencia de la fermentación amoniacal en casos de bacteriuria marcada.
Cistina: Se detectan en orinas ácidas como cuadros hexagonales incoloros. Se observan en la cistinuria, trastorno congénito de la reabsorción tubular de cistina.
CILINDROS:
La presencia de cilindros indica casi siempre la presencia de una enfermedad renal, aunque la evidencia de alguno de ellos (hialinos y granulosos) pueden encontrarse en personas sanas tras grandes esfuerzos físicos.
Por lo general la cilindruria cursa con proteinuria, ya que los cilindros se originan por el espesamiento de las proteínas o su precipitación sobre todo en el túbulo distal.
Los cilindros son estructuras longitudinales que se corresponden con la luz de los túbulos y que pueden contener diferentes elementos.
Existen diversos tipos de cilindros:
Cilindros hialinos: Está compuestos por una proteína de alto peso molecular (mucoproteina de Tamm-Horsfall) que se produce y elimina en cantidades muy pequeñas en condiciones normales. Estos cilindros son homogéneos, incoloros, transparentes y poco refringentes, por lo que son fáciles de omitir. Pueden aparecer en forma aislada en personas sanas o tras la administración de diuréticos potentes como la furosemida, sin embargo su número aumenta drásticamente durante el curso de un Sme. Nefrótico. No es raro detectar cilindros hialinos con inclusiones celulares (eritrocitos, leucocitos, epitelio tubular), lo que determina la presencia de enfermedad del parénquima renal.
Cilindros granulosos: Ocasionalmente pueden aparecer en personas sanas, aunque su presencia se relaciona con enfermedades agudas y crónicas del riñón. Suelen ser más grandes que los hialinos y presentar inclusiones granulares. No es raro observar una mezcla de cilindros hialinos y granulosos .
Cilindros céreos: Suelen ser más anchos que los hialinos, muestran una refringencia mucho mayor y no son fáciles de omitir. Presenta muescas o hendiduras finas en sus bordes, que se dirigen perpendicularmente al eje longitudinal del cilindro.
Su presencia indica siempre una enfermedad renal crónica grave en un paciente con insuficiencia renal crónica avanzada, pero en ocasiones puede observarse en la fase de recuperación de la diuresis luego de una período de anuria.
Cilindros epiteliales: Están compuestos de epitelio tubular descamado. Su presencia se aprecia especialmente en la fase de recuperación de la diéresis luego de una falla renal aguda por necrosis tubular isquémica o tóxica. Son poco frecuentes.
Cilindros con inclusiones lipídicas:Se diferencian de los epiteliales por la inclusión de gotas de grasa en las células tubulares. Se observan en el curso de un Sme. Nefrótico.
Cilindros eritrocitarios: Se componen de eritrocitos hinchados que se adhieren a una sustancia fundamental hialina. Indican siempre el origen renal de la hematuria y por consiguiente se trata de un hallazgo muy valioso. Aparecen fundamentalmente en la Glomerulonefritis aguda y crónica y también en la Nefropatía lúpica, panarteritis nodosa, endocarditis bacteriana asociada a Glomerulonefritis.
Cilindro leucocitario:Se producen cuando ocurre una exudación intensa de leucocitos y al mismo tiempo se eliminan proteínas por el túbulo. Su presencia tiene fundamental importancia ya que demuestra que la inflamación es de origen renal, casi siempre, a causa de una pielonefritis .
POSIBLES PARÁSITOS
Se destacan en el sedimento urinario por su movilidad, por lo que no basta con observar una imagen inmóvil con un aspecto sugerente. Se trata de estructuras redondas u ovaladas que disponen de cuatro flagelos en uno de los polos, generalmente móviles. Su tamaño es aproximadamente 2 a 3 veces mayor que el de los leucocitos. Suelen encontrarse en la orina de mujeres con infección vaginal y en ocasiones indican infección vesical.